lunes, 8 de marzo de 2010

El Segundo Asesinato de Mijail


Vocero ácrata de ideas y propuestas de acción :: Año 15 #58 :: Marzo-Abril 2010

Redacción.


Ensordecidos por la rabia y el dolor, los integrantes del Comité de Víctimas contra la Impunidad no daban crédito a sus ojos. Uno de los periódicos de la región, El Informador, publicaba un día después de la realización de un encuentro nacional de víctimas en la ciudad que el asesino de uno de sus miembros se había entregado,
confesando su crimen, a las autoridades. La noticia ocupaba la primera plana de aquel domingo 29 de noviembre: «Llegó sorpresivamente – relata la nota- ayer al diario El Informador y preguntó: «¿Cómo hago para hablar con un abogado?».¿Y para qué necesitas un abogado?, preguntó el reportero. «Porque tengo miedo que si voy a la policía solo vayan a decir que me mataron en un enfrentamiento. Yo tengo que ver con la muerte del hijo de Víctor Martínez», contestó sin aspaviento el joven de 23 años, cuyas iniciales son J.S –Jairo Solones, como se conocería días después-». Más adelante, la nota apuntaba: «En su versión, obtenida en exclusiva por El Informador, él y dos personas más fueron contactadas vía telefónica para hacer el «encargo», refiriéndose a la muerte de Mijaíl Martínez, hijo del ex diputado Víctor Martínez, quién fue asesinado frente a su casa el pasado jueves a primeras horas de la mañana. J.S. aseguró que no fue él quien disparó. Al parecer, el pago sería de 3.000 bolívares, pero luego de cometer el asesinato los otros dos huyeron y se llevaron la parte que a él le
correspondía». La nota terminaba de la siguiente manera: «a pesar de las divagaciones del presunto implicado, éste aportó datos que coinciden con versiones recogidas por el organismo – CICPC- durante la investigación, sobre cómo se produjeron los hechos». Dos días después este mismo diario aportaba nuevas noticias sobre el hecho, apuntándolas hacia otra dirección diferente. Según declaraciones de Carlos Rodríguez, jefe de la delegación Lara del CICPC, efectivamente Jairo Solones era uno de los autores materiales del crimen: «»Ha dicho que llegó en moto, que usó una pistola, que disparó dos veces, ha descrito la camioneta de donde bajó Mijaíl y la casa donde planeaba entrar. Esto comprueba que efectivamente, estuvo en el sitio del suceso, y que disparó, versión que el mismo ha repetido una y otra vez», según sus palabras. Sin embargo, a pesar de que sus palabras corroboraban las investigaciones, el funcionario desmentía la motivación que días antes había difundido la prensa: «La intención de Jairo era entrar a la casa del ex diputado Víctor Martínez a «robarse una platica para pasar el resto del día». Esperaba a que Mijaíl Martínez abriera la puerta para entrar, pero cuando este le reviró y se le venía encima, no le dio más largas a la discusión y acertó dos disparos en el pecho con una pistola». A pesar de estos señalamientos, un día después es dejado libre –sí, han leído bien- y sometido a un régimen de presentación en tribunales que nunca se cumplirá. Paralelamente, las autoridades mantienen la hipótesis del intento de robo.
Estas situaciones confirman las denuncias del CVCI acerca de la degradación del sistema judicial de la región, la corrupción de los cuerpos policiales, la parcialización progubernamental del diario El Informador, así como la presencia dentro de su equipo reporteril de un antiguo miembro de la policía de Lara, quien habría redactado las notas sobre el caso en dicho diario. Como bofetada a la lucha realizada por esta organización popular se encuentra el hecho de que el principal responsable, según sus denuncias, ha sido permanentemente ascendido a cargos de alta confianza, recientemente fue designado como Ministro de Salud.

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