sábado, 27 de febrero de 2010

Guerra Urbana


Mijaíl Martinez.

Esa tarde que llovió encontré forma unánime a mis sentidos
Hacerme débil y febril
Mi alma aturdida por momentos intensos y perdidos en lo absurdo o estúpido
Allí la batalla campal se hizo servir en bandeja
Manchada en dosis pequeñas de sangre coagulada
Rojo intenso y pervertido que adormecía aun más mi soñar
La lluvia hizo suya la madrugada en que pasé desapercibido por la puerta del cielo
Alguien más joven que yo vomitó mi sendero improvisado
Iba caminando poco más rápido
Y como taciturno en su caminar a pesar de su conflicto sicológico y antojado
Atravesó en mi camino y no di cuenta en espacio y tiempo
Quizás fue él que con sus desechos intervino en mi juicio moral
O mis ambiciones mediocres armadas de fusiles
Que no apuntaban a la guerra urbana.
Guerra anonadada.

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